La Domesticación Animal

La ciencia antropológica tiene múltiples aristas, desde sus principales divisiones en física y social, hasta la que nos ocupa hoy; la etnozoología. Aunque los libros que versan sobre esta materia con frecuencia están dirigidos a especialistas, básicamente biólogos, antropólogos y médicos veterinarios, existe, en este caso un interés por parte del autor en crear obras cuyo objetivo sea poner al alcance del lector no especializado información de calidad académica y científica, pero descrita en forma atractiva y amena; a fin de que la etnozoología deje de ser una disciplina confinada a unos pocos y sea un tema conocido para más lectores.

La domesticación animal es el ejemplo de este enfoque, pues está elaborado para que cualquier lector interesado comprenda la información contenida sin que se pierda el perfil científico, lo cual representa una importante contribución a la investigación antropológica y biológica.

Raúl Valadez nos plantea la interpretación de la relación hombre- animal doméstico. Tras un acucioso estudio sobre la aparición de los animales domésticos en el mundo (entre ellos el perro, descendiente del lobo; el cerdo, proveniente del jabalí ; así como el ganado bovino y vacuno que evolucionaron de sus antecesores silvestres), el autor nos hace entender cómo el hombre, desde los albores de la prehistoria, necesitó de estas especies y éstas, a su vez, de nosotros.

La profundidad en la investigación, fruto de muchos años de experiencia de nuestro autor, le permita hcer una crítica y argumentar contra algunas de las teorías más comunes sobre el origen de las especies domésticas.

Más adelante analiza el surgimiento de estos animales en América y, particularmente, la descripción de aquellas que se criaron en México desde la época de la aparición del hombre en el continente.

Una de las partes más útiles, y más bellas también, es la reflexión ética final que el escritor hace sobre el maltrato que los hombres frecuentemente damos a los animales, y esgrime razones sociales y morales de peso para que aprendamos a ver a las especies domésticas como a seres vivos que tienen mucho en común con los humanos. Así aprendemos a no infligir dolor innecesariamente.