La Pena De Muerte Y La Protección Consular

La ejecución de connacionales en los Estados Unidos. Ha sido uno de lo temas mas álgidos y en el que se han ocupado extensamente las autoridades consulares mexicanas. La Secretaria de Relaciones Exteriores de México realiza enorme esfuerzos para evitar que la pena máxima sea aplicada a los mexicanos que actualmente enfrentan un proceso, o al menos, que dicha sentencia sea conmutada.

México ha adquirido la reputación de ser un país que tradicionalmente rechaza la pena de muerte, considerándola una sanción cruel por irreversible y su política exterior ha encaminado sus trabajos a la protección de los sentenciados a la pena capital en el país del Norte: esfuerzos que de ninguna manera pretendan reformar o criticar el sistema judicial de aquel país, sino simplemente vigilar la estricta vigilancia de las leyes, que de los procesos judiciales se apeguen a derecho. Sin embargo, esta circunstancia, pocas veces se presenta. Los casos nunca se resuelven según el criterio de un juicio justo, donde se valoren imparcialmente las circunstancias y las evidencias. Generalmente es ignorado el Articulo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, que dispone que cualquier detenido extranjero sobre el que pende el riesgo de enfrentar la pena de muerte, debe ser notificado desde el primer momento, de su derecho de recurrir a la protección y asistencia del consulado de su país. Tampoco son respetadas las consideraciones que el gobierno de México puso a disposición de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para su faisanas. Las ejecuciones son determinadas finalmente por motivaciones racistas o de posición social. Ademas de ello, los casos de ejecución de la pena de muerte son influidos por otras circunstancias: la presión de la fiscalía, la ausencia de testigos, la limitación de recursos de la defensa, la publicidad dolosa y tendiente a magnificar crimines atroces y la politización de la pena de muerte. Esta obra constituye una enorme ayuda para comprender de mejor manera, la actividad que realiza el gobierno de México para la protección de los connacionales que por desgracia enfrentan al férreo aparato de justicia estadounidense.

El derecho consular es un derecho fundamental y aunque es respetado pocas veces en los procesos contra mexicanos, hay una firme convicción de que atropellos semejantes sean cada vez menos frecuentes.