Hibridación, Modernización Reflexiva Y Procesos Culturales, En La Planta De Ford, Hermosillo

Los actuales procesos de cambio en la fábrica automotriz requieren, sin duda, de nuevas y distintas perspectivas analíticas orientadas a encontrar un modelo de entendimiento histórico acerca de las prácticas de la empresa multinacional al inicio del siglo XXI. Los esfuerzos plasmados en este trabajo van encaminados en esa dirección al proponer la explicación de los fenómenos de la hibridación y la modernización reflexiva como dos las fuerzas sociales más sugerentes para indagar el surgimiento de nuevos sujetos en estructuras socioeconómicas globalizadas. Asimismo, para proponer nuevas visiones interdisciplinarias que constituyan una inflexión hacia una socioantropología del diagnóstico industrial de la época.

Como parte de esta propuesta y frente a un mundo en que las instituciones del Estado parecen estar perdiendo cada vez más su capacidad de regulación y de integración, ¿puede acaso la empresa multinacional con sus llamados modelos antropocéntricos ser una de las fuerzas sociales que en lo sucesivo permita acercar y combinar una economía global y unas identidades locales?, ¿pueden reconstruirse a partir de ella, al menos parcialmente, nuevos mecanismos de regulación de la vida social más igualitarios y democráticos?, ¿constituye el ejemplo de plantas como la de Ford en Hermosillo el preludio de una modernidad diferente a la que estamos observando?, ¿contiene el modelo de dicha empresa la clave para una sociedad industrial más justa?

Estas y otras interrogantes orientan la motivación central de este libro. Parte de las respuestas están enfocadas a demostrar que el modelo de la planta de Ford en Hermosillo bien podría considerarse, al menos en germen, el reflejo del inicio de una sociedad industrial radicalmente distinta, como nunca antes se había observado; un ejemplo sustantivo de un universo social de acción y experiencia genuinamente novedoso que apunta quizá a un nuevo ordenamiento industrial donde los nexos sociales tienen que hacerse y no heredarse del pasado; un ejemplo de sociedad industrial si no más justa, al menos más autocrítica, más reflexiva y más autocreadora, en donde todo ha de ser examinado y debatido hasta el cansancio.