Señorita México

Selene Sepúlveda, Señorita México 1966, cuenta su vida a un reportero de espectáculos que la exhibe como un adefesio ante la opinión pública, provocándole una depresión que la empuja al suicidio. Paralelamente, un narrador objetivo separa a Selene de sus palabras, como quien libera una golosina de infinitos cartones, papeles y otras incomodidades. En el cruce de historias aflora el verdadero carácter del personaje: una muchacha ingenua a quien la vida va poniendo invisibles trampas. Protegida de un corrupto líder sindical, esposa de un matón a sueldo, amante de una contorsionista, Selene pasa del esplendor a la ruina, de la pasarela al tugurio, del cuerpazo a la obesidad, persiguiendo una imagen ideal de sí misma que nunca puede alcanzar. No hay en la novela una intención alegórica, tampoco un alegato feminista. Sólo el deseo, por parte de Serna, de restituirle humanidad a una empolvada muñeca rota.