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La identidad nacional no es ni esencial ni inmodificable. Cuando cambian las condiciones que sustentan a un Estado-nación dado, la identidad nacional cambia. Igualmente, cuando el Estado-nación no responde a las expectativas, aspiraciones y necesidades básicas y secundarias del ciudadano, la identidad cambia, disminuye, se transforma o emerge en nuevos tipos de identidades, lo que provoca una disolución de la integridad institucional y la pérdida de la cohesión social con respecto a la organización del Estado-nación. Esta relación entre demandas del Estado-nación hacia la ciudadanía y las expectativas, aspiraciones y necesidades de la ciudadanía que plantean al Estado-nación, puede ser definida como una ecuación de reciprocidad, cuyos máximos y mínimos deben respetarse so pena del rompimiento del contrato social que mantiene la permanencia del Estado-nación. La anomía creciente, las movilizaciones masivas contra las políticas del Estado, la inseguridad social y la violencia política, son los indicadores de una falla substancial de los términos en que se da la ecuación de la reciprocidad Estado-Nación-ciudadanía.
Esto nos lleva a reconocer que las identidades surgen o se moldean de fuentes igualmente complejas, a las que denominamos culturales, sociales, políticas o económicas; que son clave los procesos de socialización, entre ellos el más importante: la educación y sus cambiantes escenarios de instituciones primarias y secundarias, modelando actitudes, valores y representaciones sociales, que le dan características sui generis a las colectividades sociales organizadas. Por ello, el presente libro presenta un conjunto de aproximaciones teóricas y empíricas de distintas ramas del conocimiento social, como muestras de procesos originarios que influyen en la construcción de las identidades colectivas. Particularmente de la identidad nacional.
Ficha técnica
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